
A portaescobillas es un elemento esencial del baño que a menudo pasa desapercibido, hasta que comienza a oler, gotear o albergar bacterias. Mucha gente no está segura de cómo mantener adecuadamente el soporte y qué poner dentro. Este artículo explica las mejores prácticas para mantener limpio el portaescobillas del inodoro, incluso si se le debe poner lejía o agua.
Las escobillas del inodoro entran en contacto directo con el interior de la taza del inodoro, lo que significa que están expuestas a bacterias, residuos y humedad. Cuando devuelve el cepillo a su soporte sin limpiarlo ni secarlo, el portaescobillas puede convertirse rápidamente en un caldo de cultivo para gérmenes y olores. Mantener la higiene dentro del soporte ayuda a mantener todo el baño más higiénico.
Usar lejía en el portaescobillas del baño es un método de limpieza común y eficaz. La lejía mata las bacterias, neutraliza los olores y ayuda a prevenir el crecimiento de moho dentro del soporte.
Los beneficios de usar lejía incluyen sus propiedades desinfectantes, su capacidad para eliminar olores desagradables y su eficacia para prevenir la acumulación de moho. Mucha gente diluye la lejía con agua antes de añadirla al recipiente. Una proporción común es una parte de lejía por diez partes de agua.
Sin embargo, es necesario tener precaución. No mezcle lejía con otros limpiadores domésticos, especialmente aquellos que contienen amoníaco. Asegúrese de que el material del soporte sea compatible con lejía para evitar daños. También es una buena idea reemplazar la solución de lejía una vez por semana y enjuagar bien el soporte durante la limpieza regular.
Poner agua en un portaescobillas generalmente no se recomienda. Si bien puede parecer conveniente enjuagar el cepillo y dejar que el agua se acumule en el fondo, esto puede causar más daño que beneficio.
El agua estancada crea un ambiente húmedo ideal para el crecimiento bacteriano. Puede provocar malos olores e incluso provocar oxidación en las piezas metálicas. En lugar de dejar que se acumule agua, es mejor dejar que la escobilla se seque después de su uso. Sosténgalo sobre la taza del inodoro durante unos minutos después de enjuagarlo para que se seque. Si su soporte tiene un diseño ventilado o abierto, ayudará a que el cepillo se seque más rápido.
La opción más higiénica es utilizar una pequeña cantidad de lejía diluida o colocar una pastilla o almohadilla de limpieza antibacteriana en el fondo del soporte. Este enfoque ayuda a prevenir el crecimiento de gérmenes y, al mismo tiempo, mantiene el cepillo fresco entre usos.
Asegúrese de que el soporte sea fácil de limpiar. Elegir un modelo con ventilación o bandeja extraíble puede facilitar el mantenimiento regular. Deje siempre que el cepillo se seque lo más posible antes de volver a colocarlo en el interior.
Lo que pones en un portaescobillas importa más de lo que piensas. Usar lejía diluida puede ayudar a mantener las bacterias bajo control, mientras que dejar agua estancada en el recipiente puede hacer lo contrario. La limpieza regular y el secado adecuado son pasos clave para mantener un ambiente higiénico en el baño. Con solo un poco de atención, su escobilla y su soporte pueden permanecer limpios y sin olores.